SERIE SUPERVIVENCIA EN CARRETERA: MAR DE IMBECILES



Aunque oigo que en algunos países latinos es mucho peor (según me dicen los alumnos extranjeros), manejar Moto en Costa Rica no deja de ser una experiencia harto hostil que pone a prueba la supervivencia hasta del más ágil, atento y experimentado.  Al menos acá cada quién hace lo que le da la gana y se siente agraviado si alguien con toda la razón le reclama algo; nadie cede, nadie se disculpa. En vista de la terrible preponderancia de comportamientos poco inteligentes, y hasta abusivos, a nuestro alrededor pareciera que solo hay una forma de prepararse psicológicamente para nadar en este mar de depredadores y descerebrados: pensar que todos son unos imbéciles consumados hasta que no se pruebe lo contrario…si se llega a probar!  En la vida real puede ser que sean personas agradables, buenos padres y madres, grandes hijos e hijas, gente productiva a su comunidad y país (no niego que lo puedan ser), pero para propósitos prácticos y de mera supervivencia en Moto, andar bien encomendado a Dios y asumir que soy invisible, que hay precio por mi cabeza vivo o muerto, y que voy entre puros bruticos y bruticas me ha mantenido aún en el juego para poder llegar a compartirlo ahora.  Echemos un vistazo a los detalles.


Si alguien le ofrece campo o se ve que se está haciendo el esfuerzo de no pasarle por encima, casi siempre es alguien que también anda en Moto, le gustan las Dos Ruedas o tiene algún ser querido que es de los nuestros.  Incluso en casos más raros,  se puede tratar de alguien que solo maneja carro, pero es un derroche de responsabilidad y amabilidad en carretera hasta con las Motos (muchos nos detestan y algunos motociclistas se encargan de que siga siendo así).  Aun así, su deber es mantenerse atento a todo lo que pasa en su entorno (Conciencia de Entorno 360), lo que hay y no hay, lo que se mueve y no se mueve, lo que puede ser una amenaza y lo que de plano lo es, porque la norma es que la gran mayoría de las veces usted va a ser, a propósito o no, el blanco de tempestades de inatención, mala fe y comportamientos riesgosos y hasta letales por parte de los demás.




Los ejemplos son cotidianos y abundantes:

El automovilista que nos ve por el espejo izquierdo y, en lo más y mejor de la congestión vial, se mueve a propósito para bloquear nuestro cuidadoso avance entre carros, solo porque le da cólera que uno sí goce de mayor maniobrabilidad (una por otra, ya que nuestro riesgo es mayor y si llueve nos mojamos) y no tengamos que esperar hora y media para completar un mísero recorrido de 10 km de la casa al trabajo o viceversa.

La automovilista que va maquillándose, o hablando por teléfono o con los pasajeros, o revisando su insondeable carterota y que cuando por la mínima lo tira a uno de la Moto al capearse un hueco adelante, no tiene ni la decencia de hacer una seña de disculpa, sino que sigue en lo mismo o muestra su prepotencia y desdén hacia uno. Una vez casi no la cuento por culpa de una bruta que venía hablando por teléfono y me tiró el carro en el carril donde iba, arrinconándome contra unas vallas de metal. Su parloteo era simplemente más importante.

Los “rápidos y engañados” con sus típicos carros japoneses (pero también coreanos, algunos muy destartalados, por cierto), sobre todo las líneas anteriores a las actuales, con muflas que roncan improperios a quién les estorbe o se crea más bravo que ellos en carretera. Apenas ve uno neón, xenón, aros del lujo, colores llamativos, vidrios polarizados, muflotas escandalosas, los relojes de carreras, calcas de tuning y performance parts, etc, esperen un chofer agresivo y abusivo.

El motociclista (con minúscula) que se mete por entre todos los carros golpeando espejos y dándose a la fuga y que cuando lo adelanta a uno es a escasos 5 cm de provocar más que un susto, tras andar sin luces, ni chaleco reflectivo y con la moto que se desarma con solo verla.

Los y las Scooteristas que no han entendido que la Moto Automática no se maneja consolo mal saber andar en bicicleta y que no se molestan en aprender bien y menos en sacar la licencia y pagarse un seguro por si meten las patas o alguien lo hace con ellos. Aunque algunos se separan de esta tendencia, cada vez me parece que son menos y casi todos en algún momento se la jugaron más de la cuenta. Siempre hay excusas y siempre las encuentran para justificar porqué carajos andan para arriba y para abajo haciendo mandados y yendo y viniendo al trabajo, al gym, a la U, o dónde sea, en vez de informarse, entrenarse y empezar a hacer las cosas bien.

Los automovilistas que se compran la Moto más grande y cara que pueden pero solo hacen gala de horribles hábitos de culo pela’o, de los “a mí no me va a pasar”, los “ya yo sé manejar” y “los ahí me la juego” o los “le saco el billetico al Tráfico” y que en general son “motociclistas light.” A decir verdad, no todos se hacen dignos de ser llamados Motociclistas, con mayúscula, serios, entrenados, realistas y responsables, como ya decía en otro tema. Para ser Motociclista hay más que hacer que solo comprarse una Moto y "practicar un poquillo y luego terminar de aprender en la calle".

Los choferes de carros grandes 4x4, camioneros y autobuseros que empiezan a acelerar y moverse lentamente en la presa por detrás de uno hasta empezar a molestar para que se quite o que le echan las 4 o más ruedas a uno encima porque “la Moto se acomoda en cualquier lado y le vale más hacerse a un lado”.  Entre más grande el camión o carro, más autocomplacientes se vuelven y menos atención prestan o, si se les reclama, más tienen con que recurrir a la agresividad en nuestra contra.


Los peatones son un atentado también, con su bovina frescura al punto que solo les falta proferir mugidos y mover la cola de lado a lado mientras cruzan la calle sin ver o por donde les da la gana entre las presas de carros y salen como apariciones a ver si uno logra frenar o si se los levanta (para luego demandar y joderlo a uno, porque el juez que ve el caso no anda en Moto ni simpatiza con ellas).


Los ejemplos serían más si hubiera algún punto en seguirlos mencionando. Sin embargo, ya para finalizar, si usted es una persona muy optimista, alegre y hasta más evolucionada espiritualmente que este servidor, tal vez le desagrade la idea de contemplar a sus prójimos como personas desafiadas en la esfera mental, incluso si le echan el carro encima a sabiendas o por ir de irresponsables haciendo de todo menos manejar.  Si es así, lo felicito y lo respeto y ojalá me llegue a mí ese día. Le recomiendo entonces que le cambie el apelativo grosero a la idea que expongo…mar de hijos de vecino, mar de hermanos desatentos, que no saben lo que hacen, etc. Sin embargo, en esencia, la idea es la misma: No espere encontrar comportamientos empáticos, amables, decentes y sobre todo racionales en carretera. En carretera todos son lo que parecen ser hasta que, y en caso de que, se demuestre lo contrario.  A abrir los ojos y estar atentos para no ahogarnos en este mar de grosería vial que nos rodea!


R.








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